El pasado 3 de julio de 2015, tuvo lugar la primera reunión del Consejo de Administración de la Empresa Mixta de Aguas de Alcázar tras las elecciones municipales, al que se incorporaron la Alcaldesa, Rosa Melchor, y el Concejal de Aguas, Juan Garrido. Los nuevos miembros de la Corporación Municipal, comunicaron a los otros tres componentes del mismo (Miembros de la multinacional Aqualia), la decisión del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de revertir el proceso de gestión mixta para que Aguas de Alcázar vuelva a ser una empresa 100% pública. La respuesta de Aqualia no se ha hecho esperar, Santiago Lafuente, director de la Zona 1 y también miembro del citado Consejo de Administración, realizó el día 10, unas declaraciones en el diario La Tribuna con las que pretende justificar su permanencia en nuestra localidad.
A estas declaraciones ha respondido Fernando Ruiz de Osma, Portavoz de la Plataforma contra la privatización del Agua de Alcázar con la siguiente nota de prensa:
A la vista de las declaraciones de don
Santiago Lafuente en el diario la Tribuna de Ciudad Real (10-7-2015), parece
que Aqualia comienza a creerse que va en serio lo de la remunicipalización de
Aguas de Alcázar. Dudaban, no acababan de creer que fuese cierto, un chollo tan
bien cogido no puede ser que se les escape así como así. Pero ahora han oído a
la alcaldesa que el proceso se va a revertir, que la empresa vuelve a sus
dueños. Y suenan ya las alarmas. El Gobierno Local ha demostrado ya su voluntad
de recuperar Aguas de Alcázar y ya ha dado, aunque tímidamente (otro dirá que
prudentemente), los primeros pasos.
La verdad es que no tenemos el gusto
de conocer al señor Lafuente por Alcázar. Este alto empleado de Aqualia viene
por aquí solo cuando se reúne el Consejo para informarse de cómo van las cosas,
para comprobar que su empresa de verdad (Aqualia) sigue ganando dinero según el
plan establecido. Es un honor que nos dedique ahora tanto tiempo.
Dice Lafuente que la protesta contra
la privatización fue un asunto político, como si se tratara de una pelea entre
bandos. La privatización sí fue una decisión política y sus responsables son
políticos, con Diego Ortega a la cabeza del disparate. Y políticos son también
quienes pueden revertir el proceso. Pero las protestas ciudadanas respondieron
a la movilización de un pueblo que ha entendido que se va a tomar una decisión
arbitraria que le perjudica. Cada uno, señor Lafuente, defiende lo suyo, usted
a Aqualia y nosotros Aguas de Alcázar. Y ya sabemos que el agua no es privada,
solo faltaba eso; es la gestión lo que se privatiza.
Habla el señor Lafuente de los
beneficios que su empresa trae a Alcázar. Pero no habla en ningún momento de la
razón de que estén aquí, ganar mucho dinero. Los 6,5 millones que ingresaron no
son una donación, sino un préstamo que cobrarán en los primeros años al 4%. La
cosa cambia. Y los depósitos de garantía y los cánones los recuperan al final
del contrato. O sea, la inversión inicial ha sido ridícula en comparación con
otras ciudades. Y los 4,5 millones que tienen que invertir en los 25 años son
pocos, la empresa municipal invertiría más en infraestructuras en ese tiempo.
Sus declaraciones son, en ese sentido, tramposas.
Pero lo que hace que todo su discurso
sea inverosímil es que en ningún momento habla de lo que piensan ganar. ¿Creen
en Aqualia que somos así de ingenuos? ¿Acaso han venido solo por ayudarnos? No,
claro que no. Sus beneficios son enormes. Millonarios. Y solo pueden salir de
los recibos, o sea, del bolsillo de los vecinos. Eso se lo calla intencionadamente.
Pero si nos atenemos a los pliegos de la venta, calculamos un beneficio
superior a los 3.400 euros diarios. Y no contamos con todos los contratos que
ahora Aguas de Alcázar hace, porque Aqualia así lo dispone, con otras empresas
que son parientes de Aqualia en FCC. Sus beneficios son por ello incalculables.
También saca pecho y dice que ahora la
empresa va bien. Pero no dice que fueron los gestores del anterior gobierno
quienes recogieron una empresa saludable y la dejaron en quiebra para tener la
excusa para vendérsela a Aqualia. Así que era fácil reflotarla, bastaba con no
haberla hundido. La empresa es solvente, tiene medios técnicos materiales y
humanos para dar servicio sin ayuda exterior. Por eso ahora va bien, no por la
gestión de los colegas de Lafuente.
En cuanto al coste de la
remunicipalización, se equivoca otra vez Lafuente. El contrato no se
rescindirá, simplemente lo anula una sentencia judicial. No vale lo que se
firmó. Así que no podrán llevarse más dinero del que hayan puesto. Y recordemos
que lo que han puesto es, sobre todo, un préstamo, que hay que devolverlo de
todas maneras, y unas cantidades que habría que devolver al final del contrato
igualmente. Y pagarles eso ahora nos va a ahorrar millones más adelante y nos
va a devolver el control de nuestra empresa. Si Aqualia se va, Alcázar se
ahorra mucho dinero, señor Lafuente.
La remunicipalización no es
cuestionable. Los tres partidos que están en el Gobierno Local han declarado su
firme disposición. La Plataforma seguirá apoyando al Gobierno mientras siga
dando pasos en esa dirección. Y amablemente seguirá indicando al señor Lafuente
la salida de nuestra empresa.
Plataforma contra la privatización de Aguas de Alcázar
Fernando Ruiz de Osma
Portavoz