¡¡ENHORABUENA, VALLADOLID!!
María Jesús Rivas comenzó su habitual Noticiero del Agua con la estupenda noticia de que Valladolid recupera su agua pública veinte años después de la privatización. Es una demostración de que todo es posible.
Tras esta intervención el portavoz Fernando Ruiz de Osma destacó el hecho paradójico de que Valladolid, en los comienzos de su lucha por la recuperación de la titularidad del agua, pidiera consejo a la Plataforma de Alcázar que ya había consolidado en todo el país una fuerte imagen de seriedad en la reivindicación del derecho al agua pública.
La paradoja es que unos meses después ellos tienen ya su agua pública y nosotros seguimos en las mismas, cuatro años después del comienzo de nuestra lucha.
En nuestro caso se impone el realismo después del dictamen desfavorable del Consejo Consultivo, lo que lleva a admitir que nuestra vía, la vía que habíamos elegido, se ha cerrado y eso supone un revés.
En el punto en el que estamos se hace necesaria una actitud que podría resumirse así:
Lo primero sinceridad, honestidad y colaboración. Todos los partidarios de expulsar a Aqualia de Alcázar de San Juan debemos trabajar juntos fromando un equipo y es necesario que quien lidera ese equipo sea honesto y confíe en la honestidad de todos los integrantes. Por eso hay que pedir también sinceridad al gobierno municipal y a la alcaldesa que sigue estando al frente de este proceso. Sinceridad con los demás, pero también sinceridad consigo misma. Aceptar el punto en el que estamos y a partir de aquí plantear las posibilidades.
Lo segundo es, naturalmente, ver cuáles son esas posibilidades. Se habla de recurrir el dictamen o se habla de iniciar un nuevo proceso buscando la declaración de daño contra Alcázar de San Juan, la vía de la lesividad. En realidad son dos vías contradictorias, por lo que se hace imprescindible estudiar cuál deba ser el siguiente paso.
Hay que tener en cuenta, además, que siguen dos procesos vivos. El primero es el nuestro que afecta a la memoria sobre la que se hizo la venta, y se espera que en unos meses pueda haber una sentencia frme.
Y el segundo es la demanda de nulidad de la adjudicación que en su día presentó Ana Belén Tejado.
No hay que perder la esperanza. Ahora más que nunca hay que mantener viva la antorcha de la lucha.
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