sábado, 12 de abril de 2014

La otra ‘Semana Santa’ en Alcázar

Llegó la Semana Santa: se cierran los colegios y comienza un tiempo de vacaciones para unos y de procesiones para otros. Por nuestra parte respetamos lo que cada persona y cada familia quieran hacer en estas fechas.
La Plataforma continuará con sus acciones: mesas informativas (sábado y lunes), nuestra Asamblea del lunes (19 horas), entrega de los resultados de la Consulta Ciudadana en el registro del ayuntamiento (Martes), etc.

El 28 de marzo, el alcalde alcazareño, Diego Ortega, declaraba, en presencia de monseñor Amigo, que “una procesión es un acto de fe”.
¿Y una manifestación, Sr. Alcalde, no es otro tipo de procesión? Una Manifestación es un acto del pueblo para dar su opinión o reivindicar algo.
Tal vez, para un alcalde, debiera ser más primordial cualquier manifestación popular, que una procesión religiosa. Entendemos que el pueblo eligió a Diego Ortega para alcalde, y no para orientador espiritual de los ciudadanos.
Por eso, resulta difícil entender que nuestro Alcalde desfile compungido y respetuoso detrás de unos pasos de madera o escayola en las procesiones, y, sin embargo, haya ridiculizado, junto con su equipo de gobierno, las manifestaciones ciudadanas.  Y mucho menos podemos entender, que haya penalizado con denuncias y sanciones a varios vecinos/as que se manifestaron y apoyaron pacíficamente a los compañeros/as encerrados en el Ayuntamiento. Las personas denunciadas son vecinas de Alcázar y no son de madera ni de escayola.

El alcalde dijo que “la Semana Santa tiene un indudable componente cultural, tradicional e incluso turístico”.
Hasta la Policía Local avisa que no se aparquen vehículos en los recorridos procesionales durante determinadas horas (desde el 11 al 20 de abril), o serán retirados por la grúa y sancionados.
Pero, las manifestaciones populares son ejercicios del derecho ciudadano a la libre expresión y manifestación.
Resulta paradójico tanto respaldo y apoyo a ese tipo de actos culturales y turísticos (como las procesiones), y que al mismo tiempo se repriman los derechos de expresión y reunión, y se criminalice el derecho de manifestación de los ciudadanos.

Aún recordamos las palabras de aquel cura manchego a sus feligreses: “No se confundan; estas imágenes  de Semana Santa que devotamente veneramos, son meras representaciones de escayola o de madera. El Jesús en quien creemos era de carne y hueso y fue condenado y asesinado por las autoridades políticas y religiosas de su tiempo. También las personas que hoy sufren marginación, hambre, miseria y represión, son de carne y hueso. También hoy los verdugos son  personas e instituciones con poder en la sociedad”.

Por eso creemos que tiene cabida en nuestra Semana Santa: El dolor que sentimos los ciudadanos/as, por ver malvenderse nuestro patrimonio de Aguas, que con tanto trabajo consiguieron nuestros abuelos y tan caro va a resultar para nosotros y para nuestros hijos.
Y tiene cabida en nuestra Semana Santa: El dolor de los vecinos/as sancionados por nuestras autoridades por haberse manifestado pacíficamente reclamando algo tan digno como una Consulta Popular.
Y tiene cabida en nuestra Semana Santa: El dolor de tantos vecinos y vecinas que nos sentimos insultados, vilipendiados, calumniados y ridiculizados por nuestras autoridades, por el mero hecho de defender nuestros derechos ciudadanos.
Con todo respeto le llamamos también a esto “nuestra Semana Santa”: Porque existe dolor verdadero y porque lo sufrimos personas de carne y hueso y no de escayola.
Al igual que consideramos signos de resurrección: Que las autoridades del Gamonal (Burgos) hayan retirado todas las sanciones por los incidentes ocurridos, o las autoridades del Puerto de Santa María hayan anulado las denuncias por el encierro en el ayuntamiento.

       ¡POR EL AGUA 100% PÚBLICA Y SU GESTIÓN TRANSPARENTE!


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